miércoles, 18 de agosto de 2010

Samsung Wave, análisis


Una de las grandes apuestas de Samsung para los próximos meses es, sin lugar a dudas, su teléfono S8500 Wave. La compañía surcoreana quiere sorprender en el mercado de los smartphones con una opción arriesgada pero valiente, ofreciendo un terminal con muy buenas características que podría convertirse en una referencia si cuenta con el apoyo necesario. Vamos a tratar de desgranar los aspectos más importantes a continuación, así que nos vemos justo tras el salto.

Diseño



El Samsung Wave es un teléfono cuyas medias son 118 x 56 x 10.9 mm y un peso de 118 gramos, lo que le otorgan unas dimensiones perfectamente manejables y transportables tanto en el bolsillo del pantalón como en la mano a la hora de utilizarlo. El diseño recuerda mucho a la línea de teléfonos Android del fabricante, con unos acabados y un aspecto exterior que nos recuerda mucho al del Samsung Galaxy, por ejemplo, que pudimos analizar hace unos meses. Su acabado es completamente metálico en tonos entre el grisáceo y el violeta muy oscuro, con detalles y acabados en negro y plástico. Por último, algunos remates vienen cromados en plata, como los botones frontales o el borde del objetivo de la cámara de fotos.

Destaca su imponente pantalla de 3,3 pulgadas Súper AMOLED, que ofrece una calidad de imagen y una definición comparable a muy pocos dispositivos en la actualidad. Acompañándola encontramos tres botones inferiores que sirven para las funciones clásicas de encender y apagar, acceder al menú, contestar o rechazar llamadas, volver atrás, etc. En la parte superior encontramos en altavoz para las llamadas, también acabado en metálico.


En la parte trasera encontramos la tapa para la batería con la serigrafía de Samsung, además del clip para liberarla. La cámara de fotos es de 5 megapíxeles y cuenta con la compañía de un estupendo flash LED que hace del fotografiar con el móvil una verdadera gozada. En el lateral derecho sólo hay dos botones: el superior para bloquear y desbloquear el terminal, y el inferior que sirve para realizar fotografías o grabar vídeo. En el costado izquierdo no encontramos más que las clásicas teclas de volumen. Debajo del teléfono no hay conexiones de ningún tipo y lo único que se distingue es el hueco del micrófono.

Por último, en la parte superior encontramos tanto el altavoz –de muy buena calidad-, el jack para auriculares de 3,5 milímetros y el puerto micro USB 2.0. Desconocemos si los auriculares oficiales para la radio y el manos libres irán conectados al USB o al jack, pues no se han incluido en el contenido de la caja que se nos facilitó por parte de Samsung.




Hardware


El Samsung Wave cuenta en su interior con un procesador ARM Cortex A8 a 1 GHz, junto a 2 GB de memoria interna y la posibilidad de ampliarla hasta 32 GB mediante el uso de tarjetas microSD en la ranura de la que dispone y a la que, todo hay que decirlo, sólo se puede acceder retirando la batería con el consecuente reinicio del teléfono. Aunque en este caso el sistema se inicia bastante rápido y no tarda una eternidad como ocurre, por ejemplo, en Android.

Con semejante procesador reinando en el interior del teléfono, es de esperar que todo funcione con la fluidez y la rapidez que hoy en día le exigimos todos a estos súper teléfonos, y en el caso que nos ocupa, el Samsung Wave cumple totalmente con las expectativas creadas. El desplazamiento por los menús es totalmente fluido y rápido, mientras que la respuesta a la hora de ejecutar aplicaciones más exigentes, como algunos juegos o la reproducción de vídeos a gran resolución, ofrece un rendimiento totalmente eficaz y veloz, funcionando de manera sobresaliente.

Merece la pena hacer mención especial –y casi honorífica- a la maravillosa pantalla que ofrece este Samsung Wave. A pesar de que sus 3,3 pulgadas se antojen algo escasa a priori, la resolución 800 x 480 píxeles y la calidad que ofrece son de un nivel pocas veces visto hasta ahora. Los colores, el brillo, la nitidez y el contraste que tiene entran por los ojos de manera irremediable, haciendo que nos enamoremos rápidamente de su panel. Además, la respuesta a la hora de usarla con los dedos también es muy buena.


Cabe destacar que su uso a pleno sol sevillano durante diferentes horas del día ha sido realmente excepcional, mostrando la pantalla colores vivos y una visibilidad maravillosa en ese sentido. Con este tipo de pantallas, casi se podría decir adiós al retorcernos en medio de la calle para tratar de hacer sombra sobre el teléfono para poder ver, a duras penas, lo que se muestra en ellas. Prácticamente en cualquier entorno y circunstancia ha funcionado a la perfección y casi no ha hecho falta buscar algo de oscuridad para visualizar el contenido de la pantalla. Sólo en casos muy extremos.

Por su parte, la batería de 1.500 mAh ofrece, según Samsung, hasta 450 horas en standby y 180 horas en conversación, pero lamentablemente a la hora de la verdad no ha sido así. Con el WiFi N permanentemente conectado y usando esporádicamente el Bluetooth 3.0 con el Parrot del coche, la vida útil del teléfono apenas ha llegado al día de duración. Usando a veces Gmail, Twitter y Google Maps, más alguna llamada que otra y varias fotos, la batería iba muriendo casi al mismo ritmo que el sol se ponía. Sin embargo, con un uso medio, sin estar todo el día pendiente del teléfono, la batería ha aguantado estoicamente llegando incluso a durar un día y medio en una ocasión.

En general, el rendimiento del equipo en términos de hardware es bastante positivo. Es un teléfono con un gran potencial pero que, desafortunadamente, no está todo lo explotado que debiera por el lastre de sistema operativo que incorpora. Bada está muy bien, pero aún le queda mucho por pulir. Si incorporase Android o incluso Windows Phone 7 otro gallo cantaría.



Software


Samsung Bada es un sistema operativo que aún está en una edad muy joven, y eso se nota mucho a la hora de utilizarlo. La velocidad y fluidez son estupendas, y el sistema responde a la perfección y con una gran velocidad. Sin embargo, no es ahí donde falla, sino en su propia estructura y complejidad, con escasa profundidad y presencia de más posibilidades para el usuario.

Tal y como habrás visto en el vídeo que tienes unas líneas más arriba, su planteamiento es muy similar a lo que ya hemos visto hasta ahora. Se trata de un sistema operativo que ofrece hasta diez escritorios laterales donde podemos poner accesos directos a nuestros programas favoritos o widgets, que nos ayudarán a tener más a mano acciones cotidianas como mirar el tiempo, consultar la hora o enviar un tweet. Muy similar a Android. Una vez que accedemos al menú, pulsando el botón central, vemos un listado de iconos de aplicaciones muy parecido al del iPhone, que se desplaza lateralmente mostrándonos diferentes páginas. En la parte superior hay una barra "de estado" donde se nos notifica el uso de la red, del WiFi o el Bluetooth y que tiene una pequeña pestaña desplegable para activar, o no, estos últimos conectores. En ambos casos, tanto en el escritorio como en el menú, hay un botón que nos permite configurarlo a nuestra elección: desinstalando programas, cambiando widgets de sitio o directamente poniéndolos como más nos haga falta.

El principal problema que se le ve a Bada es que sólo satisfará las necesidades de unos pocos. Para los más geeks, expertos en materia móvil y acostumbrados a otros sistemas como iPhone OS, Android o Windows Mobile les parecerá algo insustancial e incompleto, de manera que no ofrece ni de lejos la cantidad de opciones y posibilidades de estos.

Sin embargo, para quienes no quieran o necesiten de todo ese potencial pero aun así deseen tener un móvil con lo último en tecnología y capaz de satisfacer todas las necesidades, Bada es el compañero perfecto. Es un sistema que, a pesar de no ser excesivamente intuitivo, tiene una curva de aprendizaje bastante asequible y en un par de días cualquier persona será capaz de llegar a cualquier configuración necesaria o exprimir las bondades multimedia y de redes sociales de los que goza el equipo.

La tienda de aplicaciones Samsung Apps es bastante limitada, debido sobre todo a que es un sistema muy joven y los desarrolladores aún no se han animado del todo a exprimirlo al máximo. En cualquier caso, la tienda ofrece una curiosa variedad de aplicaciones de todo tipo. Desde juegos variados hasta libros electrónicos gratuitos (y en inglés, claro) pasando por widgets extras para colocar en el escritorio. La mayoría de ellas son de pago con unos precios que estaban algo por encima de lo esperado, aunque también hay un buen repertorio de programas gratuitos para descargar.

Por su parte, el navegador que viene incorporado es de una simplicidad enorme. No dispone de grandes alardes gráficos o de efectos ni transiciones, pero cumple su cometido a la perfección. La navegación a veces se torna algo tosca y peca de dar algunos "saltos" al desplazarse por una web que está aún en carga o recién cargada, pero nada alarmante. Más bien es algo normal y esperable.






En cuanto a la cámara de fotos, sus cinco megapíxeles y la maravillosa pantalla Súper AMOLED son una combinación perfecta para aquellos que busquen tener buena calidad en el bolsillo sin necesidad de cargar con una compacta o incluso una réflex. Evidentemente, no sustituye a ninguna de las dos, pero para casos de improvisto nos ofrece una calidad de fotografiado como de grabación de vídeo más que satisfactorias.






Otras opciones menores, como la radio FM o los juegos también funcionan de manera excepcional, especialmente estos últimos. Debido, una vez más, a su excelente pantalla, los colores y los colores tan vívidos que nos muestra le dan un pequeño plus que agradecemos especialmente los que somos más aficionados al ocio electrónico y gozamos con la mayor calidad posible en cualquier dispositivo.

Conclusiones


Para ir terminando ya con el análisis, vamos a tratar de resumir brevemente cuáles han sido los aspectos que más nos han gustado y cuáles los que menos.

En el lado negativo de la balanza encontramos principalmente que Bada es un sistema joven, inexperto y aún tímido para lo que podría llegar a ofrecer. Su potencial es enorme y podría llegar a ser una alternativa muy interesante en el panorama actual, pero mientras Samsung no se abra y permita que los desarrolladores o incluso otros fabricantes lo exploren y lo usen, no será capaz de calar fuerte en el mercado. La cantidad de aplicaciones y posibilidades actualmente limitan mucho a un terminal que es excelente en cuanto a características, pero cojea en uno de sus pilares básicos.

Por el contrario, también cuenta con muchas cosas positivas, como la maravillosa y excelente pantalla de 3,3 pulgadas, muy cómoda y práctica para cualquier tipo de situación y contexto en el que nos encontremos. Su procesador de 1 GHz es otra maravilla, que hace que en términos generales, el teléfono vuele en casi todos los aspectos cotidianos, y dando muy buen rendimiento en aquellas ocasiones en las que le exigimos más. Por último, y aunque también se encuentre en el lado negativo, comentar que el sistema Bada le viene como anillo al dedo y, como hemos dicho en repetidas ocasiones, es ideal para quienes no busquen las complicaciones de iPhone OS o Android y quieran un teléfono potente y práctico en su bolsillo.

Así pues, ahora te invitamos a usar los comentarios para hacernos llegar las dudas que tengas sobre el terminal y trataremos de responderlas de la mejor manera posible.

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