La integración de componentes ofrece algo fundamental a los fabricantes: Bajo costo. Para comprobar esto, sólo basta con observar a los ejemplos más comunes: Audio, vídeo y red. Estos tres elementos, cuando se encuentran integrados a una placa madre, ofrecen funciones básicas pero suficientes como para cubrir la demanda de los usuarios sin afectar de forma severa a los precios, mientras que las tarjetas dedicadas son significativamente más caras. Ya hemos visto múltiples ejemplos de tarjetas de vídeo de alta gama, pero también existen tarjetas de audio "premium" como las Asus Xonar, y tarjetas de red dedicadas al estilo de la Killer 2100, con valores de tres dígitos. Dichos componentes de alto nivel no son necesarios para todos los usuarios, por lo tanto, la integración es la respuesta ideal. Hay componentes que por razones lógicas no pueden ser integrados, como las unidades ópticas o los discos duros convencionales. Sin embargo, en lo que se refiere a discos de estado sólido, la historia es diferente.
Sus tamaños disponibles estarán entre los 4 y los 64 gigabytes |
Las capacidades disponibles en el iSSD irán desde los 4 hasta los 64 GB. Los valores más bajos son ciertamente razonables para dispositivos móviles, mientras que 32 o 64 GB son suficientes para recibir a un sistema operativo como Windows 7. En cuanto a su velocidad, el iSSD puede alcanzar picos de 160 megabytes por segundo en lectura, y 100 megabytes por segundo en escritura. Ciertamente no es lo mejor que puede ofrecer la tecnología SSD, pero la idea detrás del nuevo iSSD no es ser más rápido, sino más eficiente. Se debe explotar al máximo la relación entre costo y beneficio, y si SanDisk puede convertir a su iSSD en una alternativa tentadora para los fabricantes, podría afectar positivamente la velocidad de adopción de los discos de estado sólido, simplemente con colocar uno en cada dispositivo a la venta. Esperamos que así sea, pero sobre todo, esperamos que sea conveniente para los usuarios.
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