Lo curioso del asunto es que desde el punto de vista técnico, Nao es capaz de realizar tomas mucho mejor que la mayoría de nosotros, ya que, tras un par de intensas sesiones de programación, es capaz de tener en cuenta parámetros como la divina proporción o la regla de los tercios en sus composiciones. En su pequeño cerebro almacena una base de datos de 60.000 imágenes valoradas como geniales por un equipo de expertos en la materia, que le ayudan a decidir si la instantánea capturada es aceptable y merece ser guardada (o en caso contrario desecharla y tomar otra).
Por suerte –y a pesar de todos estos avances- el ojo humano sigue siendo el único capaz de determinar el foco de interés de una toma... al menos de momento.
FUENTE: ENGADGET
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